Camafeos de golf

Queridos Reyes Magos:
De verdad, de verdad que hemos sido muy buenas, por eso os pedimos algunas cosillas que nos faltan para la práctica de nuestro deporte favorito. Nos encantaría que nuestro hándicap bajara, de golpe y porrazo, digamos unos 10 puntillos, conseguir un hoyo en uno una vez a la semana, y que el putter no se riera de nosotras cada vez que lo cogemos.
Y, puestas a emular a los grandes, nos conformaríamos, por ejemplo, con tener el swing de Ernie Els, el fair play de Seve Ballesteros, el espíritu ganador de Jack Nicklaus, o el juego corto de Phil Mickelson. ¿Sois magos o no? Y, ya que estamos, ¿qué tal si cae -además y por cuidar un poco las apariencias- el tipito respingón y el buen juego de Michelle Wie y un estilo que nunca nos haga parecer Jesper Parnevik?
Si os cuesta trabajo completar nuestra carta no dudéis en visitar Mulligan, la tienda de nuestra amiga Concha. Además, como siempre están dispuestos a ayudar, si no hay exactamente lo que buscáis seguro que os orientan. ¡Ah!, y también podéis seguir su blog aquí.
A esta amiga nuestra le prometimos hace algún tiempo una sorpresita. Se ha hecho esperar porque hemos tenido un retraso en los materiales, pero ¡Tachánnnnnnnnnn, aquí está!

Y, por si a alguien le interesa, no hemos hecho sólo el suyo. Os mostramos algunos modelos, pero podemos hacer otros cambiando los lazos por el color que queráis, o dando otro formato al mismo dibujo…

Y ahora, una explicación: hace algún tiempo que practicamos este deporte, que no es ni de pijos ni de viejos, sino también de brujitas. Y que puede llegar a enganchar mucho más de lo que parece desde fuera. Hermana Menor lleva en él un poco más de tiempo, pero Hermana Mayor llegó a él huyendo de verse convertida en una viuda de golf. El término “golf-widow”, aunque en inglés, se empezó a utilizar en Japón en los años 80, con la popularización del golf entre los hombres, para designar a esas pobres esposas que el domingo, único día libre entre los japoneses, veían salir de casa, muy tempranito y arrastrando la bolsa de palos, a un marido que no volvía en ocasiones hasta bien tarde. Visto lo adictivo de este deporte, si un marido cae en sus redes es muy probable que su esposa se convierta en eso, en una viudita en vida.

La verdad es que, afortunadamente, ya sea por éste u otro camino, cada vez se incorporan más mujeres a este deporte. Pensando en ellas hemos creado este diseño. Para seguir nuestra línea pirujilla, Hermana Menor ha pintado una acuarela que reproducimos como motivo principal. Se puede realizar en broche, como aquí, o en medallón para colgar.
¡Ah!, pero esto es sólo el principio. Prometemos ir haciendo más diseños de deportes y, para ello, se admiten sugerencias… ¿Quién quiere contarnos cuál es su deporte favorito?